Tecnología

La palabra tecnología ha pasado a ser de uso cotidiano en nuestros tiempos. Siempre ha existido la tecnología o el arte de hacer las cosas con ayuda de la sabiduría. Tiempo hubo que un descubrimiento tecnológico cambió a la humanidad, como cuando usaron dos maderos pequeños y frotándolo obtuvieron el fuego, o cuando pudieron hacer tirar a los animales de un arado para roturar la tierra. Aquellos pueblos un día inventaron la rueda tomándola de la redondez de los árboles primeramente y esto impulsó la economía y desgraciadamente también a la guerra y las conquistas.

Algunos discretos inventos tecnológicos revolucionaron los viajes en la antigüedad como fue el agregar los estribos a la silla de montar. Esto permitió que los que iban sobre la noble bestia pudieran resistir más horas de travesía ya que los pies no colgaban, sino que descansaban sobre dichos estribos.

El proceso de desarrollo tecnológico era lento y natural. Eran los contactos entre las comunidades lo que hacían que se adoptara las nuevas tecnologías. No había Internet como ahora, ni tan siquiera un correo seguro. Los hombres se lanzaban a la conquista de los pueblos a su alrededor y más lejos y eran brutales, como ahora. Por esa falta de contacto los que estaban en esta parte de la Tierra que se llama América habían desarrollado grandes culturas sin conocer la rueda, ni tan siquiera el caballo. Fueron los adelantos tecnológicos los que permitieron que pocos hombres, de pueblos muy pobres, pudieran conquistar a civilizaciones con grandes y numerosos ejércitos. Se les impusieron las costumbres nuevas, lo que no siempre fue malo teniendo en cuenta que en los más nombrados y desarrollados imperios se practicaba el sacrificio humano al Sol y en algunos más pequeños el canibalismo.

Pero si los pueblos no quieren ser asimilados por los que hoy son generadores de la potente tecnología moderna tendrán que apresurarse a introducirla en sus territorios. Tecnología es sinónimo de bienestar y poder en este momento de la historia como lo fue antes.

La alimentación es un pilar del sostenimiento de la vida de los pueblos y estamos ante una revolución de la tecnología agroindustrial. De ella depende desde la productividad de los suelos, pasando por la conservación de la naturaleza hasta la conservación de los alimentos y su comercialización allende los territorios donde se producen. Asimilar las técnicas y tecnologías hará más fuertes los aislados campos de muchos de nuestros países al sur. Por supuesto, estamos por la ecología y cada paso debe darse con criterios bien apoyados por la ciencia. Errores aquí y allá pueden traer complicaciones para la estabilidad y sostenibilidad de la cultura agrícola.

La soberanía alimentaria pasa por la tecnología para la alimentación. Esto va desde lo que usamos para cocer los alimentos, lo que conservamos y hasta nuevos alimentos que son productos del desarrollo tecnológico. En nuestros pueblos más humildes y apartados casi toda la vida se va en encontrar los alimentos. La organización familiar y comunal está casi toda al servicio de esto como elemento rector de la vida.

La tecnología del automóvil, inalcanzable para algunos por el momento, es sin duda muy buena para que las comunidades avancen. Todavía la automoción depende de un gran gasto de energía proveniente del petróleo, que amenaza con acabarse. Se dan los pasos para no depender de ello pero falta algo con relación a los acumuladores de energía, sobre todos las baterías eléctricas. En algunos pueblos que viven en condiciones difíciles, como Groenlandia, la solución se ha dado en la aviación, pero esta también depende del consumo de energía agotable. Quizás nuestros pueblos del sur, aislados y lejanos de las grandes urbes deban planificar muy bien sus próximos pasos de desarrollo en el transporte para no agregarle más al problema de la contaminación del medio ambiente o a las crisis gasolineras. Pero derechos tienen, sobre todo cuando los más ricos crecen en el consumo de energía contaminante despiadadamente.

Donde sí creemos que debiera ya hacerse de inmediato la revolución de la introducción tecnológica es en el campo de la comunicación electrónica. Pasó la era de la radio y muchos de nuestros apartados sitios en América y África quedaron aislados y los niños no pudieron oír las canciones infantiles antes de ir para la escuela y los mayores no pudieron saber cuando casi se acaba el mundo, o seguir las últimas ofertas de los cantantes y músicos famosos. Pasó la era de la televisión y sucedió lo mismo. Que por la falta de una computadora, una tableta o un teléfono celular nuestros pueblos no sufran de soledad, por favor lector.

Hay tecnología para la educación que acelera el proceso de aprendizaje y eso significa una mayor productividad social para el desarrollo a corto plazo, pero esta no llega, son desconocidas por los maestros y por los niños de las escuelas de comunidades alejadas. Ya en los países altamente desarrollados hasta los minusválidos tienen su propia tecnología que le facilita la vida. Debiéramos introducir en la sociedad el concepto de discapacitados tecnológicos para aquellos pueblos que carecen de esos bienes que marcan hoy el nivel de civilización.

Por supuesto que hay un gran problema con la accesibilidad a la tecnología médica aun donde se crean, pero por eso no vamos a dejar de soñar que de alguna manera llegue a nuestros pueblos más aislados. He visto que una simple imagen del cerebro puede costar varios miles de dólares. A las postas médicas de una localidad perdida en parajes selváticos no pueden llegar estos sofisticados equipos por falta de electricidad y por lo costoso de los instrumentos.

El problema de la larga hibernación tecnológica de los pueblos campesinos y alejados de las grandes ciudades al sur del Río Bravo se debe a que nos las estamos jugando a que la gran red de energía llegue. Eso para algunos no llegará jamás. En primer lugar el costo de inversión para la ganancia probable es muy grande. En segundo lugar eso significa grandes devastaciones en la naturaleza para trazar las vías y esto no le conviene al planeta. Sin embargo, ahí está la energía limpia, solar, eólica o hidráulica capaz de producir pequeñas unidades para pequeños lugares. Una red de pequeños repetidores de señal fácilmente mantenibles y sin causar grandes daños a la naturaleza es posible. Todos esos apartados lugares tienen sol, un poco de viento y alguna corriente de agua. La cantidad de energía a generar es poca, así que nadie debiera estar aislado de Internet y con ello del mundo.

Aprovecho apara saludar la nueva ley de California de que todas las nuevas casas deben tener sus paneles solares. La energía solar es uan tecnología limpia a tener en cuenta.

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